En un comunicado difundido por sus representantes, la esposa, instalada en Nueva York, se pronunció después de que un tribunal nipón le haya denegado "por quinta vez consecutiva" visitar o ponerse en contacto con el empresario.
"Esta situación perdura desde hace ya 124 días y nuestros derechos fundamentales siguen siendo pisoteados. Esta separación cruel e interminable es una nueva demostración de la persecución de la que es objeto en el marco del sistema japonés", apuntó.
Carole Ghosn consideró que ver rechazados sus "derechos de visita" es una "represalia indigna" que refuerza su voluntad de seguir luchando para que obtenga "un juicio justo".
El estallido del escándalo Ghosn por esas supuestas irregularidades fiscales hizo que el empresario brasileño, de 65 años, fuera cesado primero como presidente de Nissan y de Mitsubishi y posteriormente dimitiera como máximo ejecutivo de Renault.