La multinacional no ha explicado los motivos de su decisión, pero según los observadores ésta tiene que ver con la fuerte competencia que se registra en el sector y el alto precio del yen japonés.
La compañía está especializada en la fabricación de vehículos compactos y está controlada en un 51 por ciento por el constructor japonés Toyota desde el año 1999.
Daihatsu comenzó sus actividades en el Viejo Continente en 1964 y entre enero y septiembre del año pasado vendió un total de 15,384 coches en 31 países europeos, según datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles.
En España, la empresa vendió en 2010 solamente 45 vehículos, lo que supone una caída en las ventas de más del 60 por ciento.