En el negocio automovilístico, el volumen de negocios bajó un 15.7 por ciento a 11,934 millones de euros, indicó PSA en un comunicado.
Entre enero y marzo, el fabricante vendió 627,024 vehículos, lo que significa un 29.2 por ciento menos que en los tres primeros meses del pasado año.
El descenso más importante correspondió a sus marcas Opel / Vauxhall, con un 35 por ciento y 185,205. Los retrocesos fueron del 28.6 por ciento para Citroen, con 171,124 unidades y del 26.2 por ciento para Peugeot con 258,946. Por el contrario, las matriculaciones de DS crecieron un 9.9 por ciento a 11,749.
Fuera de la división automovilística, la filial de componentes Faurecia le reportó 3,739 millones de euros de ingresos, frente a los 4,325 millones de euros en el primer trimestre de 2019.
A finales de marzo, el grupo francés tenía 715,000 vehículos en existencias, 1,000 menos que un año antes.
El director financiero, Philippe de Rovira, afirmó que PSA prepara la "recuperación" tras haber "reforzado su liquidez y reducido masivamente sus costos en un contexto económico caótico".
A ese respecto, la empresa reconoció que es difícil establecer unas perspectivas que dependerán tanto de "la amplitud, la duración y la extensión geográfica de la crisis de la COVID-19 como de las medidas tomadas por los países afectados".
Prevé que el mercado automovilístico en Europa disminuirá este año un 25 por ciento en Europa, un 10 por ciento en China, un 25 por ciento en Latinoamérica y un 20 por ciento en Rusia.
En estas circunstancias, el objetivo del fabricante es lograr un margen operativo corriente de media superior al 4.5 por ciento en la división automovilística en el periodo 2019-2021.