En un comunicado, la automotriz explicó que el llamado tiene el objetivo de actualizar el programa de cómputo de sus módulos de control, que podría en “una secuencia poco probable de eventos” comprometer la funcionalidad de control de crucero.
La empresa explicó que si ciertas condiciones de manejo ocurrieran de manera simultánea con un cortocircuito en una red eléctrica específica, un conductor podría ser incapaz de cancelar el control de crucero.
Bajo esta eventualidad, sin embargo, el control de crucero puede ser suspendido por los frenos del vehículo. El vehículo también puede detenerse al cambiar a neutral y frenar.
Fiat Chrysler informó que no tiene conocimiento de lesiones o accidentes relacionados con los vehículos afectados que abarcan modelos de los años 2014 al 2018.
Las marcas y modelos afectados son Chrysler: 200 sedán, 300 sedán y Pacifica minivan; Dodge: Challenger coupe, Charger sedan, Journey CUV y Durango SUV; Jeep: Cherokee SUV, Grand Cherokee SUV y Wrangler; y pickups de la marca Ram.