Según un acuerdo vinculante firmado por las dos compañías, la transacción y la entrega, que incluyen una planta de producción de automóviles y otra de ensamblaje de fuerza motriz operada actualmente por el fabricante automotriz estadounidense, se completarán a finales de este año.
Como un centro de fabricación regional, la fábrica de Rayong ha producido casi 1.4 millones de automóviles desde que entró en funcionamiento, en 2000.
Al pasar al control de Great Wall Motors será la undécima base de fabricación de vehículos de proceso completo de la firma china a nivel mundial y la tercera fuera del país, después de una planta en la región rusa de Tula que entró en funcionamiento en junio de 2019 y otra en Talegaon, India, comprada también a General Motors a comienzos de año.
Liu Xiangshang, vicepresidente de estrategia global del grupo, aseguró que la compra impulsará el desarrollo de la compañía en los mercados de Tailandia y de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, siglas en inglés), y ayudará a exportar productos a otras naciones de ese bloque y a países como Australia.
"El mercado automotriz de la ASEAN se está desarrollando, y tiene grandes perspectivas y potencial", añadió Liu. "Nuestra inversión creará más empleos para los habitantes locales, mejorará sus habilidades y estimulará el apoyo, la investigación y desarrollo y las industrias relacionadas que operan allí", complementó.
Con sede en la ciudad de Baoding de la provincia septentrional de Hebei, la empresa posee varias marcas de SUV y automóviles, como Haval, Great Wall, WEY y ORA. Con más de 500 sucursales en el ultramar, hoy exporta a más de 60 países y regiones.
Fuente: Xinhua,