Para finales de la Segunda Guerra Mundial en 1945, apenas 630 de los “Vehículos del Pueblo” conocidos como el "KdF-Wagen" habían sido construidos. La fábrica de vanguardia, que se convertiría en la actual Wolfsburg, fue construida especialmente para producir el vehículo, y fue integrada a la industria de armamento en los tiempos de guerra alemana, produciendo principalmente artículos y equipos militares. El sitio fue ocupado por las tropas estadounidenses el 11 de abril de 1945. En junio de 1945, el gobierno militar británico se hizo cargo de la administración fiduciaria de la fábrica con una plantilla de aproximadamente 6,000 personas.
El 22 de agosto de 1945, el recién nombrado senior resident officer major Ivan Hirst de 29 años de edad, adquirió un pedido inicial de 20,000 sedanes, proporcionando así un futuro a la fábrica y sus trabajadores, evitando la amenaza de clausura y desmantelamiento. Los vehículos fueron destinados principalmente para el uso de los aliados, y también para ayudar a brindar servicios de atención médica en las zonas rurales. La producción permaneció estancada en alrededor de 1,000 vehículos al mes durante 1946 y 1947. Fue sólo después de la reforma monetaria en junio de 1948 que surgió un número significativo de compradores privados.
Las raíces británicas de Volkswagen siguen siendo perceptibles hoy en día. Fueron los británicos quienes hicieron las conversiones a la fábrica para la producción civil, y quienes se centraron en la calidad de los vehículos. También prestaron mucha atención en el servicio y satisfacción de las necesidades de los clientes, así como de establecer una red de distribuidores, que para 1948, ya cubría las tres zonas occidentales de Alemania. La puesta en marcha de las exportaciones en octubre de 1947, marcó un primer paso en el escenario internacional. Las primeras elecciones para el Consejo de la Empresa en noviembre de 1945 - apenas seis meses después del final de la guerra - introdujeron los principios de participación democrática de los empleados en la planta. Cuando la empresa Volkswagenwerk GmbH fue puesta en manos de los alemanes en octubre de 1949, estaba en la posición ideal para el comienzo del Milagro Económico de Alemania.
Manfred Grieger, jefe del Departamento de Historia Corporativa Volkswagen Aktiengesellschaft (o Sociedad Anónima), resume: "Volkswagen fue muy afortunada en que el robusto sedán ayudara al gobierno militar británico para llevar a cabo sus funciones administrativas, también en tener al hombre adecuado al mando, Ivan Hirst; hábil y experimentado, dio tanto a la fábrica como a su fuerza de trabajo una visión, motivando al personal militar británico y los trabajadores alemanes por igual, para convertir el trabajo, en un exitoso negocio orientado a cubrir las necesidades del mercado. Él conocía las cualidades del Sedán Volkswagen, y fue capaz de darse cuenta de ello en el camino".
El Beetle fue un factor clave en el desarrollo de la democracia y la movilidad en la Alemania de la posguerra, posteriormente encontró un hogar en muchos otros países, actuando como un importante embajador en la promoción de una imagen positiva de Alemania. La última ocasión en que se fabricó el Beetle fue en la planta ubicada en Puebla, México, en julio de 2003. Con más de 21 millones de vehículos producidos, el Beetle se había convertido en un icono automotriz, amado por varios millones de personas. Y su forma característica es reconocida en todas partes.