Los negocios en mercados desarrollados pasaron a dar ganancias gracias a reformas estructurales y al buen recibimiento de los lanzamientos de motocicletas.
El negocio en los mercados emergentes permaneció relativamente saludable. El aumento de las ventas de productos de alta gama y la introducción de modelos de plataforma contrarrestaron los efectos de la disminución de los volúmenes de ventas en Indonesia y Brasil, y la depreciación de las monedas en mercados emergentes.
Las ventas netas de motos crecieron un 7.6 por ciento a 518,200 millones de yenes, y el ingreso operativo trepó un 65.8 por ciento, a 18,600 millones de yenes. Las ventas netas aumentaron gracias a los productos de alta gama en mercados emergentes y a los lanzamientos de nuevos productos. El aumento del ingreso operativo fue respaldado con mayores ventas, reducciones de costos y la depreciación del yen.
Las ventas por unidad aumentaron en los mercados desarrollados, ayudadas por productos exitosos como la supermoto YZF-R1 y el modelo de turismo deportivo MT-09 Tracer. Las ventas en América del Norte y Europa aumentaron 28 y 14 por ciento, respectivamente.
Las ventas por unidad crecieron en mercados emergentes como Vietnam y Filipinas, conducidas por modelos populares como el Exciter y el Nozza Grande. Las crisis económicas empujaron hacia abajo las ventas en algunos otros mercados emergentes, como Indonesia y Brasil.
En el segmento marino, los grandes motores fuera de borda empujaron las ventas e ingresos en términos globales.
Las ventas netas en el segmento subieron un 12.0 por ciento, a 168,800 millones de yenes. El ingreso operativo creció un 41.7 por ciento a 39,300 millones de yenes. Las mayores ventas e ingresos se vieron beneficiados por las más sólidas ventas unitarias de grandes motores fuera de borda y vehículos acuáticos en los Estados Unidos, y la depreciación del yen. El ratio de ingresos operativos superó el 20 por ciento.
Para el semestre, el dólar se negoció a 115 yenes, 6 yenes de aumento con respecto al año anterior, y el euro se negoció a 130 yenes, un descenso de 10 yenes.