Aunque la decisión de la multinacional de cerrar sus plantas en Cataluña no ha tomado a nadie por sorpresa, ni a administraciones ni a sindicatos ni a la plantilla, no por ello la noticia es más fácil de encajar, dado el fuerte impacto económico y laboral que supone y el momento en que se hace pública.
La planta de Barcelona es la más importante de Nissan en España, donde cuenta también con un centro en Ávila, que se dedica a los recambios tras 60 años fabricando camiones, y otro de componentes en Cantabria. Ambos pueden verse arrastrados ahora por la suerte de Zona Franca y acabar cerrando, según temen los sindicatos.
En estos momentos, Nissan sólo fabrica tres modelos en Barcelona (eNV200, Nissan Navara y Reanult Alaskan), ya que la Mercedes Clase X dejará de producirse este mes, lo que supone que la planta de Zona Franca trabaja a un 20-30 por ciento de su capacidad.