La firma informó de que entre enero y septiembre su ganancia neta por acción fue de 8.75 dólares, frente a los 8.45 dólares que tuvo en el mismo período de 2018, cuando ganó 5,099 millones.
La compañía señaló que en los tres primeros trimestres del año sus ingresos llegaron a 40,656 millones de dólares, un 0.7 por ciento más respecto a los 40,380 millones que facturó en el ejercicio previo.
En el tercer trimestre del año, el período que más seguían hoy los analistas de Wall Street, Caterpillar tuvo un descenso del beneficio neto del 15.6 por ciento, situándose en 1,494 millones de dólares.
La ganancia trimestral por acción fue de 2.66 dólares, por debajo de los 2.88 dólares anotado en el tercer trimestre del año pasado, cuando obtuvo 1,727 millones.
Por su parte, los ingresos trimestrales alcanzaron 12,758 millones de dólares, un 5.9 por ciento menos en comparación con los 13,510 millones del ejercicio anterior.
La compañía atribuyó los malos resultados a una reducción en los inventarios de los distribuidores. Los ejecutivos dijeron en un comunicado de prensa que esta debilidad podría persistir debido a la "incertidumbre económica global".
La compañía también redujo su pronóstico de ganancias por acción para todo el año a entre 10.59 y 11.09 dólares, cuando los analistas tenían una perspectiva de 11.70 por acción.
La compañía con sede en Deerfield, Illinois (Estados Unidos), dijo que los distribuidores disminuyeron los inventarios en aproximadamente 400 millones en el tercer trimestre. Por contra, en el mismo período del año pasado, aumentaron los inventarios en 800 millones de dólares.
"Nuestros volúmenes disminuyeron a medida que los distribuidores redujeron sus inventarios y la demanda del usuario final, aunque positiva, fue inferior a nuestras expectativas", dijo el presidente y CEO de Caterpillar, Jim Umpleby.
Las ventas de Caterpillar en Asia-Pacífico disminuyeron en el tercer trimestre principalmente debido a la menor demanda en China, dijo la compañía, en lo que es una afectación de negocio derivada de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
En este contexto, las cifras defraudaron a los inversionistas de Wall Street, ya que la multinacional restaba un 0.14 por ciento en las operaciones electrónicas previas a la apertura de la Bolsa de Nueva York.