Continental reiteró que va a cerrar antes de finales de 2021 la fábrica de ruedas en la ciudad alemana de Aquisgrán, lo que afectará a 1,800 empleados de los 2,000 que trabajan en la producción, desarrollo y administración.
El cierre se produce debido a la caída de la producción automovilística y de las ventas, y a la transformación estructural que atraviesa el sector, que le obliga a ajustar sus capacidades a la necesidad del mercado para reducir la presión sobre los costos en las fábrica europeas y asegurar su futuro.
También dijo que dejará de fabricar piezas electrónicas para automóviles en Karben, cerca de Frankfurt, a finales de 2023, y cerrará la fábrica a finales de 2024, decisión que afecta a unos 900 empleos.
El consejo de supervisión también ha aprobado la transformación de la fábrica de Ratisbona, donde estarán las divisiones de desarrollo, innovación y producción en el futuro.
La transformación de la planta de Ratisbona, donde trabajan 7.600 personas, afectará a unos 2,100 puestos de producción, desarrollo y administración, que serán modificados, reubicados o eliminados hasta el 2024.
A comienzos de mes Continental dijo que va a endurecer su programa de reducción de costes y va a ahorrar más de 1,000 millones de euros brutos al año a partir de 2023 porque la producción de vehículos mundial es "persistentemente baja", situación que se ha agudizado debido a la crisis económica por el coronavirus.
El plan de ahorro afectará a otra gran parte en países que también tienen costes laborales elevados.
Continental va a cerrar la fabrica española de Rubí y la de Nogales en México.