El sistema está compuesto por dos unidades hidráulicas y los correspondientes acumuladores de presión y, junto al concepto "Powersplit" (potencia dividida), permite tres diferentes tipos de propulsiones en el vehículo: mecánica convencional, hidráulica o mixta, combinando los dos tipos de accionamiento.
De esta forma, el motor de combustión puede funcionar con un bajo consumo si se requiere poca potencia y la energía cinética que se produce al frenar, y que se perdería como energía térmica, se convierte en energía hidráulica y se almacena en los acumuladores de presión para su utilización posterior.
El accionamiento hidráulico permite arrancar y recorrer trayectos cortos sin emisión alguna, lo que se traduce en una potencial reducción de las emisiones de CO2 de un 30 por ciento de media y de un 45 por ciento en el entorno urbano.
En la primera fase el sistema se utilizará para el segmento de vehículos utilitarios y compactos, aunque también es adecuado para otros segmentos de automóviles y para vehículos comerciales ligeros en el tráfico urbano.
La colaboración entre Bosch y PSA Peugeot Citroen arranca en el acuerdo de cooperación de desarrollos que firmaron en el año 2008 y, dentro de esta simbiosis, Peugeot introdujo en 2011 el 3008 HYbrid4, el primer auto diesel híbrido del mundo con un accionamiento Axle Split.