En la primera fase del compromiso, que comenzará en el verano de 2013, se construirán 130 trenes de alta velocidad ICx, que supondrán una facturación de 1,300 millones de euros para Bombardier.
Posteriormente, en una fase adicional, se producirán 90 trenes más, que implicarán unas ventas de 800 millones de euros en componentes para la empresa canadiense.
Además, Bombardier señaló que el acuerdo de Siemens con DB contempla la posibilidad de construir otros 80 trenes adicionales del mismo tipo, a encargar antes de 2030, aunque no detalló el importe total añadido.
"Estamos orgullosos de haber recibido este pedido de Siemens para contribuir de forma significativa en el diseño y la producción del proyecto ICx", afirmó Stephane Rambaud-Measson, presidente de la división de Pasajeros de Bombardier Transportation.
Entre otros componentes, Bombardier se encargará de la construcción de los cuerpos de los vagones y de los sistemas de rodamientos, así como del montaje final de ciertas partes de los vehículos para la DB.
El grueso de la fabricación de los componentes amparados en este acuerdo se producirán en las plantas de Bombardier en Hennigsdorf, Gorlitz y Siegen, todas ellas en Alemania.