La Shelsley Walsh Hillclimb, que utiliza el trazado original, está organizada por el club automovilista MAC (Midland Automotice Cluc), también considerado el más antiguo del mundo, que organizó su primera prueba automovilística en 1901, en las colinas de Cotswolds, en Rising Sun Hill.
En la celebración del Centenario, mañana sábado y el domingo, será especial protagonista el Rapide S de hidrógeno, u coche que ya ha competido en algunas carreras, entre ellas las 24 horas de Nürburgring (19 y 20 de mayo) y una vuelta de exhibición en las 24 Horas de Le Mans, justo antes de la carrera.
En Nürburgring, Ulrich Bez, consejero delegado de Aston Martin, se convirtió en la primera persona en completar una vuelta al circuito con cero emisiones, llegando a cubrir casi 40 kilómetros a ritmo de carrera alimentado con hidrógeno, antes de utilizar el depósito de gasolina.
El Rapide S, modelo de cuatro puertas de Aston Martin, está equipado con un motor de doce cilindros de 6.0 litros que puede funcionar con hidrógeno o gasolina o una mezcla de ambos carburantes.
Este Rapide S es el primer coche de carreras en ser aprobado por la FIA para funcionar con hidrógeno, a pesar de que sólo será utilizado con gasolina en Shelsley Walsh.
El sistema híbrido de hidrógeno consta de un sistema de inyección de hidrógeno, depósito de almacenamiento de este gas y el sistema propio del motor de gasolina, lo que permite el control del proceso de combustión de acuerdo con cada situación de conducción, bien con hidrógeno puro, gasolina o una mezcla arbitraria de ambos para asegurar una potencia óptima.
La seguridad es primordial en este coche y el sistema incluye cuatro tanques de fibra de resistencia ultra-alta de carbono que contienen 3.5 kg de hidrógeno almacenado a una presión de 350 bar -dos tanques alojados al lado del conductor y dos en la cajuela del coche-.
Todo el sistema de hidrógeno, desarrollado por la compañía Alset Mundial y sus socios, ha sido aprobado por el órgano rector del automovilismo alemán, el DMSB.