Honda CR-V es un ejemplo de modelo que lucha constantemente por mejorar la seguridad y conseguir cinco estrellas, la máxima calificación del EuroNCAP.
Establecido en 1997, el EuroNCAP (European New Car Assessment Programme, o “Programa Europeo de Evaluación de Automóviles Nuevos”) se creó para someter a prueba los modelos más populares del momento, reproduciendo los tipos de impactos frontales más frecuentes en las carreteras y analizando los datos recogidos.
“La iniciativa hizo que la seguridad se convirtiera en prioritaria para el público. La competencia entre fabricantes se centró entonces en mejorar la seguridad, y comenzaron a competir por conseguir que sus modelos consiguieran las cinco estrellas”. Comentó Matthew Avery, de EuroNCAP.
Honda, hizo de la seguridad su bandera: este compromiso sería el primer paso para crear modelos cada vez más seguros. Los mecanismos de las pruebas han evolucionado hacia sistemas mucho más exhaustivos y exigentes, y aun así hay modelos, como Honda CR-V que consiguen las ansiadas cinco estrellas.
Hace unos años, muchos en la industria dudaban que fuera posible conseguir la máxima puntuación del EuroNCAP, cuyos tests consideraban demasiado estrictos. Y era verdad que apuntaban alto, por eso consiguieron que la industria hiciera grandes avances en esta dirección. El estímulo de la competencia y la existencia de estándares cada vez más elevados es otra de las razones que hacen posible que se fabriquen automóviles capaces de superar con nota las pruebas del EuroNCAP, cada vez más rigurosas.
La seguridad pasiva, con la exclusiva estructura de carrocería Honda ACE (Advanced Compatibility Engineering), es sin duda uno de los aspectos clave por el que los modelos Honda continúan siendo líderes en seguridad dentro de su segmento. En lenguaje común, esto significa que el cuerpo del vehículo se construye como una red de elementos estructurales conectados que manera que la energía de colisión se distribuye de manera más uniforme, lo que a su vez ayuda a reducir las fuerzas que impactan el vehículo y a sus ocupantes en caso de accidente.
Otro aspecto importante es que para fabricar el Honda CR-V se empleó por primera vez acero estampado en caliente de ultra-alta resistencia de última generación, reforzando las zonas que podrían verse más afectadas en caso de una colisión, al tiempo que reduce el peso total del chasis.
A todo esto, se añade el paquete de tecnologías de seguridad activa o inteligente, el paquete Honda Sensing, diseñado para evitar que se produzca un impacto mínimo; que en la categoría Asistencia en Seguridad de las pruebas del EuroNCAP consiguió un 76 por ciento. Algunos de los sistemas de seguridad activa de Honda, como el Intelligent Speed Limiter (sistema inteligente de límite de velocidad) o el Road Departure Mitigation (sistema de mitigación del desvío de carril) obtuvieron la máxima calificación en las pruebas más avanzadas.
Actualmente, el sistema de valoración objetivo, exigente e independiente del organismo cuenta con la confianza de los diferentes actores de la industria, incluidos los gobiernos y organismos oficiales. Su sistema de estrellas sigue impulsando la mejora de la seguridad de los automóviles, y de cara al futuro cobrará aún más importancia para el desarrollo de los vehículos autónomos.
Siguiendo su lema corporativo “seguridad de todos”, Honda ofrece sus sistemas de seguridad pasiva y activa como un estándar común a todos los modelos de CR-V, sin costo adicional.