Los contratos, suscritos con dos filiales locales de Alstom, forman parte de los trabajos para la realización de esa línea de metro, la más larga de la capital china con 42 kilómetros y 27 estaciones, que debe entrar en servicio en 2012, destacó la compañía francesa.
La primera filial, Shangai Alstom Transport Electrical Equipment, se encargará del sistema de tracción Optonix para los 512 coches de metro (64 convoyes con ocho vagones cada uno), que permite reducir en un 30 por ciento la energía consumida respecto a los trenes clásicos.
La segunda, Casco, se ocupará del sistema de señalización bautizado Urbalis, que incluye el control de tráfico mediante la comunicación de radio en red. Su principal virtud es que permite reducir el intervalo entre los trenes para garantizar un tráfico de más de un millón de personas al día en la línea.