"Alstom va a proyectarse a partir de ahora en un futuro nuevo y definir su hoja de ruta estratégica que incluya una atribución apropiada del capital", señaló en un comunicado tras el anuncio oficial del Ejecutivo comunitario.
Anticipando el dictamen negativo de Bruselas, el presidente de la compañía francesa, Henri Poupart-Lafarge, había señalado en una entrevista publicada este miércoles por "Le Figaro" que no habría "una segunda oportunidad" para el proyecto de unión con Siemens y que las dos empresas irían cada una por su lado.
En su comunicado, Alstom hizo hincapié en que dispone de "bases sólidas" en virtud de "una presencia mundial, una cartera de pedidos récord de 40,000 millones de euros", un crecimiento de su facturación superior al del mercado y un resultado "muy sólido".
"Gracias a una estrategia para 2020 exitosa que ha dado resultados antes del objetivo, Alstom se mantiene en muy buena posición para ofrecer a sus clientes y a los pasajeros soluciones de movilidad innovadoras, competitivas y limpias", indicó.
Sobre el dictamen, lamentó que Bruselas haya considerado insuficientes las concesiones que habían hecho con Siemens y que, a su juicio, "respondían al conjunto de inquietudes manifestadas por la Comisión" en el negocio de la señalización y en el de los trenes de alta velocidad.
"Es un claro revés para la industria en Europa", se quejó el fabricante francés que, como Siemens, estaba convencido de que la fusión habría creado "un valor considerable" para el sector del transporte a escala mundial y para la industria ferroviaria europea, y eso "garantizando la competencia".
El Gobierno francés, que en las últimas semanas había hecho presión para evitar el rechazo de la operación, por boca de su ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, denunció este miércoles que este dictamen en la práctica va a beneficiar al gigante chino del sector ferroviario CRRC.
Le Maire afirmó que "esta decisión impide que Alstom y Siemens tengan el mismo peso que su competidor chino" y anunció que junto a su homólogo alemán, Peter Altmaier, van a hacer propuestas para cambiar las reglas de la competencia que aplica Bruselas, que le parecen "obsoletas".
Sobre todo porque en el contexto actual de globalización marcado por la rivalidad de grandes potencias, a su juicio, hay que favorecer la constitución de campeones europeos.