El consejero delegado, Patrick Pouyanné, anunció el abandono del aceite de palma en la planta de biocarburantes que tiene en La Mède, cerca de Marsella, y en el resto de las instalaciones del grupo petrolero francés, en una entrevista publicada este lunes por el diario La Provence.
Pouyanné explicó que si se había optado por el de palma es porque es "el aceite vegetal más barato". Al mismo tiempo reconoció que no pensaban que "la polémica alcanzaría estas proporciones", en referencia a las críticas públicas que estaban afectando a la imagen de la compañía.
"Hemos sacado la lección de esta polémica", afirmó después de explicar que "la buena noticia" es que inicialmente calculaban que para la producción de biocombustibles en La Mède solo cubrirían un 25% de sus necesidades en materias primas con residuos como el aceite de fritura o usado y grasas animales, pero eso ha cambiado.
Con el desarrollo del aprovisionamiento de esos residuos, las necesidades de aceite de palma en esa antigua refinería han bajado a 100 mil toneladas, frente a las 500 mil iniciales.
El Tribunal Administrativo de Marsella había exigido en abril que la Prefectura (delegación del Gobierno) reexaminara la autorización de la planta, para lo cual la empresa tenía que elaborar un nuevo estudio de impacto por sus importaciones de aceite de palma.
Asociaciones ecologistas como Greenpeace habían calculado que la deforestación inducida en Indonesia por el cultivo de la palma para aprovisionar La Mède supondría la emisión de al menos 1.5 millones toneladas de dióxido de carbono (CO2), equivalente a tres trimestres de las que genera la ciudad de Marsella.
En su dictamen, los jueces administrativos habían considerado que "el recurso a esta materia prima es particularmente nocivo para el clima y la biodiversidad a causa de un riesgo demostrado de cambio indirecto de afectación de los suelos que genera deforestación y emisiones de efecto invernadero".