"En este momento no hay pruebas de un error humano", insistió hoy el director gerente de Total en el Reino Unido, Phillipe Guys, en un encuentro con la prensa en Aberdeen (Escocia).
No obstante, el directivo admitió que la empresa detectó problemas en el pozo el pasado 25 de febrero y explicó que el derrame procede de una formación rocosa que está en la principal reserva de gas, a unos 4,000 metros de profundidad.
Al mismo tiempo, Guys insistió en que la "principal prioridad" de la empresa es la seguridad de los 238 trabajadores, que fueron evacuados el pasado domingo tras detectarse la fuga de gas en la instalación, unos 250 kilómetros de la costa escocesa.
Entre las opciones evaluadas por Total figuran el envío de un equipo de expertos para que puedan ponerle una tapa al derrame, si bien de momento se considera una alternativa peligrosa.
Los expertos en medio ambiente han detectado unas 23 toneladas de gas condensado en aguas cercanas al lugar.
Los guardacostas escoceses han dispuesto una fuerte seguridad alrededor de la plataforma y ordenaron a los barcos mantener una distancia de unos 3.2 kilómetros de la instalación y estableció zonas de exclusión aérea de 4.8 kilómetros para los aviones.
El sindicato Unite, que representa a los trabajadores de la plataforma, quiere una extensión de la zona de exclusión.
Por su parte, el director ejecutivo de la organización ecologista "Greenpeace", John Sauven, expresó hoy su preocupación por las consecuencias que el derrame pueda tener en el medioambiente del Mar del Norte y los riesgos de este tipo de plataformas.
El gigante petrolero Shell ya ha retirado a 85 de sus empleados de la vecina plataforma "Shearwater" mientras que la "Noble Hans Deul", ubicada a unos 6.4 kilómetros de la de "Elgin", sacó a 117 empleados.