"Conforme a sus prácticas de gestión social responsable, Total tendrá en consideración los compromisos que los potenciales compradores tomarán en materia de preservación del empleo, mantenimiento de los dispositivos sociales y de la sede de la actividad en Pau", indicó en un comunicado.
La declaración se produce en respuesta al comité de empresa mantenido hoy por TIGF entre la dirección general y representantes del personal de esa filial.
"Las nuevas condiciones del mercado europeo, y particularmente el plan de reorganización del transporte de gas emprendido en Europa desde 2012, han llevado a Total a repensar su posición de accionista", afirmó hoy el presidente de TIGF, Daniel Lauré.
Esa filial gestiona la red gasística en quince departamentos del suroeste francés, y según la edición digital del diario económico Les Échos, la "reflexión" sobre una eventual cesión, que le podría reportar de 2,000 a 3,000 millones de euros, comenzó en agosto.
La noticia ha suscitado desde entonces la preocupación de los sindicatos, que se oponen a la cesión y que desde ese mes, según recuerda el periódico, han llevado a cabo cuatro huelgas.
"Pese a los movimientos sociales observados desde agosto, la dirección de TIGF se compromete a minimizar las perturbaciones en el acceso a la red de transporte y de reserva, para garantizar el servicio con toda seguridad", añadió TIGF en su comunicado.
Total, que controla la totalidad de esa filial, indicó hoy que a partir de ahora da prioridad a TIGF y a los miembros de su comité de empresa a la hora de difundir futuras informaciones sobre el avance del proceso.