La operación para detener esa fuga se inició ayer con la inyección de barro en el pozo G4 de la plataforma y tuvo efecto al cabo de 12 horas, explicó Total en un comunicado.
Explicó que cuando se produjo el escape en un primer momento salían del yacimiento unos 2 kilos por segundo, pero esa cantidad había podido ser progresivamente reducida a 0.5 kilos por segundo.
Añadió que los equipos que han trabajado allí van a vigilar "atentamente" el yacimiento "para confirmar el éxito total de la intervención".
Para hacer frente al incidente, que condujo a la evacuación de urgencia de 238 personas de Elgin y de otra plataforma cercana, la Rowan Viking (situadas a unos 240 kilómetros de la ciudad escocesa de Aberdeen), la empresa había puesto en marcha dos operaciones paralelas.
La primera consistió en la inyección de barro a través de la cabeza del pozo G4 y la segunda la perforación de dos pozos de interceptación, el primero de los cuales se inició el 18 de abril.
El director general de la actividad de exploración y producción de Total, Yves-Louis Darricarrère, puso el acento en que "hoy hemos superado una gran etapa. Nuestra prioridad absoluta era parar la fuga de gas con total seguridad y lo más rápido posible".
"Ahora tenemos que coronar la operación y tener en cuenta las enseñanzas que hay que sacar de este incidente", añadió Darricarrère, que aseguró que desde que comenzaron los problemas el grupo ha informado "de forma transparente".
Según algunas estimaciones preliminares publicadas en la prensa, esta fuga podría costarle a Total entre 300 y 400 millones de dólares.