La petrolera ha presentado este jueves sus cuentas correspondientes a los primeros nueve meses del año a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en las que la caída de los precios del crudo, que ha deteriorado el valor de los inventarios de hidrocarburos que almacena, han tenido un impacto negativo de 329 millones de euros.
Al descenso del beneficio neto se ha sumado que este año la compañía no ha tenido la plusvalía de 344 millones de euros que obtuvo con la venta de su participación en Naturgy, entonces todavía Gas Natural Fenosa.
El beneficio neto ajustado de Repsol, que mide específicamente el comportamiento de los negocios, también descendió, aunque sólo un 4.8 por ciento, hasta los 1,637 millones, y el resultado bruto de explotación (ebitda) un 9 por ciento, hasta los 5,309 millones, aunque el ebitda ajustado sólo lo hizo en un 1.3 por ciento y llegó a los 5,386 millones.
Repsol también redujo su producción de hidrocarburos en los nueve primeros meses del año en un 1.6 por ciento, hasta los 702,000 barriles equivalentes de petróleo al día, debido a las interrupciones temporales de la actividad en Libia, los trabajos de mantenimiento en Trinidad y Tobago, la desinversión en Midcontinent (Estados Unidos) y el vencimiento de la licencia de Jambi Merang (Indonesia).
Por áreas de negocio, el beneficio neto ajustado de la actividad de "upstream" (exploración y producción) cayó un 14.9 por ciento por los menores precios del crudo y del gas y las paradas de producción en Libia, mientras que la de "downstream" (refino y comercialización) disminuyó un 1 por ciento, hasta los 1,087 millones de euros, en un entorno adverso para el refino.
Dentro de este área, en la que se engloba el negocio de electricidad y gas, Repsol ha seguido avanzando y ya tiene 965,000 clientes, al tiempo que ha incorporado tres nuevos proyectos renovables, que una vez desarrollados sumarán una capacidad de aproximadamente 800 megavatios (MW).
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, durante la presentación de los resultados a los analistas, ha comunciado la revisión de las guías para el año 2019, en el que espera obtener un ebitda a coste de reposición (CCS) de 7,500 millones de euros -4,500 millones en exploración y producción y 3,100 millones en "downstream"-.
Repsol espera cerrar el año con una producción de 710,000 barriles equivalentes de petróleo al día, después de registrar 730,000 en octubre.
En cuanto a las inversiones, ascenderán a 3,500 millones para todo 2019, de los que 2,300 millones corresponderán a exploración y producción, y 1.200 millones a marketing y comercialización.
De cara a 2020, Imaz ha avanzado que el próximo año la inversión en renovables será de alrededor de 500 millones de euros.
El consejero delegado de Repsol ha reiterado que si se vuelven a dar las condiciones propondrá al Consejo de Administración una nueva recompra de acciones, como la que ha anunciado que someterá a aprobación de la próxima junta general de accionistas para amortizar un 5 por ciento del capital social que había a 31 de diciembre de 2018.
Con ello, se quiere compensar a los accionistas del efecto dilutivo que sufrió la acción de Repsol por las ampliaciones de capital efectuadas para abonar en el pasado el dividendo flexible.
El mercado ha valorado los resultados de Repsol, pese a la caída que ha tenido en el beneficio, y el director de análisis de M&G Valores, Nicolás López, ha indicado a Efe que la petrolera "se ha defendido bien" de la rebaja que ha sufrido el precio del crudo con respecto al año pasado.
Respecto a su evolución en bolsa, López ha dicho que espera que a final de año Repsol se mueva hacia la parte alta del rango y que su nivel de referencia para los próximos meses puede ser de unos 16 euros (hoy ha cerrado a 15.29 euros tras subir un 2.34 por ciento).