"El análisis de las muestras (...) confirma la existencia de gas -desde metano hasta hexano- sin el volumen ni la calidad suficientes para considerar una futura extracción", explicó la petrolera española en un comunicado.
El sondeo confirmó que en el subsuelo de la cuenca hay gas y petróleo, pero los almacenes hallados están "saturados de agua" y los hidrocarburos existentes se encuentran "en capas muy delgadas no explotables", informó.
No se realizarán actividades de investigación adicionales en esta zona y la próxima semana se llevará a cabo el sellado del pozo, informó Repsol.
La petrolera arrancó los sondeos en noviembre en medio de una gran polémica en Canarias, donde miles de personas salieron a la calle para mostrar su rechazo a la autorización que el gobierno español de Mariano Rajoy dio a la compañía para buscar gas y petróleo.
Colectivos sociales y ecologistas alertaron entonces de los riesgos y las posibles consecuencias negativas de los sondeos en una región que vive principalmente del turismo.
El gobierno de Canarias, encabezado por el nacionalista Paulino Rivero, se puso al frente de la protesta y llegó a convocar en noviembre un referéndum para preguntar a los ciudadanos si estaban de acuerdo con los trabajos de Repsol. El gobierno de Rajoy impugnó la convocatoria de la consulta y ésta fue suspendida.
El pasado 11 de enero, Repsol alcanzó una profundidad de más de 3,000 metros a unos 60 kilómetros de las costas de las islas de Lanzarote y Fuerteventura, en el este del archipiélago español.
La compañía había estimado una posibilidad de éxito exploratorio de entre el 15 y el 20 por ciento. Realizó el sondeo considerando que un posible hallazgo "reportaría importantes beneficios para la economía española", dijo hoy en su comunicado.
El buque de posicionamiento dinámico Rowan Renaissance, utilizado en los trabajos, regresará a Angola para continuar allí con el programa de exploración de hidrocarburos que Repsol lleva a cabo en ese país.