La región aún muestra los estragos de la devastación petrolera del 2010 de British Petroleum, que causó la muerte de 11 trabajadores y el derrame en el mar de cinco millones de barriles de crudo generando el mayor desastre ambiental de la región con costos superiores a los 40,000 millones de dólares, pagados por BP de sus reservas.
Respecto a la paraestatal mexicana, la Comisión Nacional de Hidrocarburos no le había autorizado iniciar actividades en aguas profundas al no contar con las condiciones de seguridad necesarias para operaciones con tirantes de agua mayores a 500 metros de profundidad. Finalmente, el órgano regulador ha dado permiso a Pemex excluyendo los riesgos implicados para la seguridad ambiental y económica de los mexicanos.
"Al parecer, el gobierno mexicano no aprendió la lección por el derrame petrolero de BP en el Golfo de México y en vez de ello, llegó a un acuerdo transfronterizo con Estados Unidos para incrementar la explotación de los recursos fósiles en esa región, en un área catalogada como zona de alto riesgo por los niveles de profundidad que suponen más de 3,000 metros; y ahora, se dispone a llevarlo al cabo en un lapso no mayor a tres semanas", dijo Greenpeace.
Cabe mencionar, además, el costo económico exorbitante, 5,078 millones de pesos, adicional a los casi 500,000 dólares diarios que cuesta la renta de una sola plataforma para aguas profundas; poco más de 942 millones de dólares es el monto total firmado por Pemex para contratar sólo una de las cuatro plataformas programadas. Se trata de inversiones inaceptables en un país con altos niveles de pobreza en lugar de optar por otras fuentes energéticas seguras, limpias y sustentables.
Por la trascendencia y los riesgos Greenpeace exige a las autoridades correspondientes el alto definitivo a la perforación en aguas profundas.
Por lo anterior y ante el inminente cambio de Administración, el pasado 2 de mayo Greenpeace convocó a los candidatos a la presidencia de la República a que expusieran su postura respecto a la perforación en aguas profundas en el Golfo de México tema que, inexplicablemente, no está contemplado en ninguna de las plataformas políticas de los partidos representados ante el IFE.
A la convocatoria asistieron tres representantes de los postulantes, faltó la representación del Partido Acción Nacional por lo que Greenpeace está presionando a la candidata Josefina Vázquez Mota para que explique su postura respecto al tema a través del siguiente sitio: www.lagranestupidez.org