"Todavía lo estamos estudiando, aún no tenemos cifras y lo estamos discutiendo", señaló Judainátov a los periodistas, citado por la agencia Interfax.
El directivo ruso aseguró, en alusión al posible fin de la carrera política del presidente venezolano Hugo Chávez esbozado por los periodistas, que la compañía no toma riesgos coyunturales toda vez que actúa en el marco de la legislación de Venezuela.
"No nos orientamos (la política empresarial) al presidente (Chávez), actuamos en el marco de las legislaciones vigentes en Venezuela y en la Federación Rusa, y en el marco del derecho internacional. Sólo nos dedicamos a los negocios, estudiamos los riesgos económicos y dejamos los riesgos políticos a los políticos", dijo.
Durante la visita de una delegación rusa encabezada por el viceprimer ministro Ígor Sechin a principios de este mes, Rosneft firmó un acuerdo con la venezolana PDVSA para la explotación del yacimiento de petróleo pesado Carabobo-2, cuyas reservas, según datos no oficiales, alcanzan los 8,000 millones de toneladas.
Este proyecto exige la construcción de instalaciones para mejorar la calidad de la materia prima extraída, posibilidad con la que cuenta la compañía rusa.
Ya en 2009, el Consorcio Nacional del Petróleo ruso, integrado por cinco petroleras, se interesó en la participación de la explotación de los cuatro yacimientos de Carabobo, pero más tarde Venezuela optó por sacarlos a concurso internacional.
En la actualidad, los bloques 1, 3 y 4 ya son explotados por otras compañías petroleras.