En un evento en Río de Janeiro, el presidente de Petrobras, Roberto Castello Branco, aseguró que la petrolera recaudará apenas en la primera mitad del año cerca del 70 por ciento de todo lo que recaudó el año pasado con la venta de activos, para poder centrarse en las operaciones en la exploración de petróleo y gas en la zona del presal.
"Ya existía un programa de venta de activos, pero ahora tenemos un programa mucho más agresivo de desinversiones. Creo que, en los primeros cuatro meses del año, habremos realizado desinversiones de 10,000 millones de dólares", dijo Castello Branco.
En 2018, Petrobras recaudó 14,000 millones de dólares con la venta de activos, lo que ayudó a que la petrolera registrara su primer beneficio anual en sus cuentas tras cuatro años seguidos cerrando en rojo.
"Esto es fantástico, pero estamos muy atrás. Esto es fruto de la excesiva interferencia estatal en la empresa", comentó Castello Branco, para quien es necesario que la petrolera tenga "el foco en activos donde somos el dueño natural, de donde podemos extraer el máximo posible", en alusión a la zona del presal, unas grandes reservas de hidrocarburos situadas bajo una extensa capa de sal en aguas profundas del océano Atlántico.
Parte de los activos que Petrobras quiere vender son los que tiene en el campo de la refinería. Actualmente, la estatal tiene el 98 por ciento de toda la capacidad de refino que hay en Brasil. "Esto es un absurdo. Venderemos refinerías para acabar con cualquier tentación de ejercicios del poder del monopolio", agregó.
Castello Branco también dijo que es partidario de privatizar la gran mayoría de las empresas públicas, incluyendo Petrobras, y puso como ejemplo Estados Unidos.
"Para los americanos, la empresa privada es prioritaria. Aquí en Brasil es exactamente lo contrario", lo que para él crea "un problema muy serio en términos de crecimiento económico".