Bajo el título "Con venta de Ruhr Oel Venezuela se desprende de un mal negocio", PDVSA explicó en su página web que al decidir a inicios de los años ochenta la participación en Ruhr Oel GmbH el Gobierno del democristiano Luis Herrera Campins (1979-1984) aceptó que le fueran transferidas a PDVSA unas "cuantiosas deudas" y que se le impusiera un millonario "plan de inversiones".
"En 30 años (esa participación de Venezuela en Ruhr Oel GmbH) prácticamente no rindió ganancias al país para recuperar las inversiones hechas, tampoco refinó ni un barril de petróleo pesado nacional, ni dio empleo a venezolanos", destacó PDVSA.
En el convenio original establecido por PDVSA y su entonces socia Veba Oel AG, las cuatro refinerías en Alemania debían procesar crudos pesados y extrapesados procedentes de Venezuela, pero "este objetivo no se cumplió", añadió la estatal venezolana.
Adicionalmente, remató, "una de las condiciones aprobadas en el momento de su adquisición" dio a la empresa British Petroleum (PB, que posee el 50 por ciento de las acciones de Ruhr Oel GmbH) "el derecho a vetar cualquier intención de venta por parte de Venezuela".
La nota de PDVSA confirmó que el valor de venta del 50 por ciento venezolano en Ruhr Oel and Gas "supera con creces" los 1,600 millones de dólares acordados, "pues a esta suma se le deberán agregar los inventarios de crudo existentes en sus instalaciones en el momento del cierre de la operación y las facturas pendientes por pagar", de lo cual no dio más detalles.
El acuerdo de compraventa por 1,600 millones de dólares fue firmado en Moscú el pasado viernes, en el marco de una visita a Rusia del presidente venezolano, Hugo Chávez.
Rosneft, que se convirtió en la mayor petrolera del país tras adquirir los activos de la expropiada Yukos, dijo que la compra a PDVSA de esa participación le permitiría tener un 18 por ciento de su capacidad de refinado "en el corazón de la Europa industrializada".
Según los analistas, las refinerías alemanas tienen una capacidad combinada de más de un millón de barriles diarios, por lo que la operación sería la mayor compra de activos energéticos europeos por parte de una corporación rusa.