BP además invertirá 60 millones de dólares en mejorar la seguridad de sus oleoductos, lo que se sumará a los 200 millones de dólares que BP Alaska ya ha gastado en reemplazar las instalaciones que fallaron.
En marzo de 2006, uno de los conductos de la filial en Alaska de BP derramó el equivalente a 5,000 barriles de petróleo.
La investigación concluyó que la falla se produjo por defectos en la inspección y mantenimiento del oleoducto.