En un encuentro con representantes de medios de comunicación, indicó que la importancia de este volumen está en el impacto recaudatorio y económico que tendrían, además de la independencia y seguridad energética al tener como país la posibilidad de incrementar la producción de petróleo y gas.
“Si frenamos estos procesos de licitaciones, los dejamos y los matamos desde ahora, quizá llegamos a los tres millones, quizá probablemente no vamos a llegar”, afirmó.
Y es que, explicó, se debe dejar que las empresas, en conjunto con Pemex, asuman ese riesgo, ya que si no se les da la oportunidad, ese número tan esperado de producción no va a llegar.
“Esperaría que no sólo lleguemos a empatar esos tres millones, sino que se puedan incrementar, si se mantiene y se logra sostener este proceso de licitaciones donde, hay que reconocer, todavía hay mucho potencial”, resaltó el especialista.
Torres-Barrón consideró que el nuevo modelo energético no se trata de una persona o de una agenda, dado que la continuidad se tiene que dar a nivel municipal, estatal y federal y se tiene que dar de forma institucional por parte de los organismos reguladores.
“Es perfectible, se pueden hacer ajustes, se pueden observar algunas cosas que funcionan o que no funcionan... hay áreas de oportunidad, pero se tiene que ir analizando en función a los resultados”, detalló.
El vicepresidente de la AmCham señaló que con la declinación de producción de los yacimientos, como Cantarell, se requiere restituir en nuevos que tengan nivel de producción.
“Ya no tenemos oportunidades de petróleo fácil, hemos llegado a cierta madurez en algunos campos, que requerimos invertir en otras áreas como aguas profundas, donde el periodo en que vamos a alcanzar esa restitución va a tomar de cinco a siete años”, añadió.