“El año entrante va a comenzar un crecimiento de México consistente y alto”, dijo en declaraciones a periodistas tras su participación en el Día de México organizado en la capital española por el Instituto de Empresa (IE Business School).
Consideró que la reforma energética genera “un cambio más trascendental” para la economía mexicana que beneficiará a todo el sector, las industrias auxiliares y otras vinculadas en forma indirecta.
“El beneficio será para toda la economía que va a crecer, porque es tan importante la inversión que se va a dar que todos los elementos económicos van a crecer”, aseveró.
Del Valle Ruiz refirió que las inversiones llegarán en un buen momento a México, “porque tiene buena economía, con solidez, buenos empresarios y trabajadores; la inflación está controlada y todo está puesto para crecer”.
Resaltó que uno de los elementos que detonará ese crecimiento es la aprobación de planes de infraestructura, como el nuevo aeropuerto de la ciudad de México, proyectos de sistemas de trenes en la zona centro del país, carreteras y el avance para gasoductos en el norte.
“Creo que con todo eso habrá un ´boom´ de inversión, en la medida en que eso no cree inflación ni aumente el déficit público es bueno, y eso va beneficiar las empresas, a la creación de puestos de trabajo, de mejores sueldos”, comentó.
En este evento, el profesor asociado del IE Jeffrey Timmons expuso que la reforma energética no hará por sí misma que el país crezca más, sino que debe aprovecharse ésta para incentivar otras industrias y sectores económicos.
“Si México quiere ser un país de 15,000 dólares de PIB per cápita no va a ser por el petróleo, sino porque hay otras industrias que exportan al mundo o porque producen más riqueza con menos insumos”, apuntó.
Subrayó que los mexicanos esperan de las reformas aprobadas un cambio inmediato, pero quizá el crecimiento económico esperado no sea tan rápido.
Puntualizó que el fenómeno de la violencia es otro factor que influye en hacer crecer más rápido la economía, ya que según los cálculos oficiales cuesta entre ocho y 15 por ciento de su PIB anual.
Por su parte, la embajadora de México en España, Roberta Lajous, mencionó que lo que las empresas españolas transmiten es el interés por las infraestructuras y el sector de energías renovables, donde hay ya presencia de algunas de ellas.
Explicó que en la actualidad hay unas 4,800 compañías ibéricas en México, la mayoría medianas y pequeñas, y que suman desde el año 2000 una inversión de 42,000 millones de dólares.
Lajous destacó que los acuerdos comerciales y la construcción de una relación sólida con España permiten que haya una inversión mexicana creciente en el país ibérico, donde encuentran oportunidades para salir de México, fortalecerse y ser más competitivas en un escenario global.