Exxon Mobil, la más grande, produjo en los tres últimos meses 3.9 millones de barriles de crudo diarios (+7 por ciento), mientras que la segunda, Chevron, generó un récord de 3.08 millones (+9 por ciento), ambas con notables avances en la denominada balsa pérmica, que abarca parte de los estados de Texas y Nuevo México.
Sus resultados financieros expusieron unas cifras muy diferentes en las que Chevron supera a Exxon Mobil en beneficio, no así en facturación, aunque ambas firmas convencieron medianamente a los analistas de Wall Street, que hoy atraviesa una mala jornada y está viendo descender sus cotizaciones.
Exxon ganó en el primer semestre del ejercicio 5,480 millones de dólares, un 36 por ciento menos interanual, mientras que en el segundo trimestre, de abril a junio, esos beneficios se redujeron un 21 por ciento, hasta 3,130 millones, debido a unos peores resultados de su negocio de refinados y de productos químicos.
En ese sentido, la facturación semestral fue de 132,716 millones de dólares, un 6.36 por ciento menos, aproximadamente el mismo recorte porcentual que ha sufrido en el segundo trimestre, en el que sus ventas se han quedado en 69,091 millones.
Según detalló la empresa, en la producción petrolera ("upstream") tuvo un impacto el hecho de que el precio medio de crudo fuera superior que en el primer trimestre, aunque el del gas natural cayó.
El consejero delegado de Exxon, Darren Woods, dijo que la firma sigue desarrollando "planes para tener un crecimiento a largo plazo" y destacó sus proyectos en el Golfo de México y en Guyana.
Por su parte, Chevron prácticamente mantuvo su beneficio en la primera mitad del año, con 6,954 millones de dólares (un 1.3 por ciento menos interanual), mientras que lo incrementó un notable 26 por ciento en el segundo trimestre, en el que ganó 4,305 millones.
La compañía señaló que en los últimos tres meses ha registrado como ganancia una penalización que la petrolera Occidental tuvo que pagarle por interrumpir su fusión con Anadarko, y que se ha traducido en 740 millones de dólares más en sus cuentas.
Asimismo, Chevron se benefició de un cambio en la fiscalidad de las empresas situadas en Alberta (Canadá) que le ha supuesto una ganancia de 180 millones y que ha favorecido mucho más a Exxon Mobil, que se ha llevado 500 millones por este concepto.
La facturación semestral de Chevron bajó un 7.8 por ciento, hasta situarse en 70,512 millones de dólares, mientras que las ventas entre abril y junio descendieron un 10.3 por ciento, hasta 36,323 millones de dólares.
Igual que su rival, esta petrolera tuvo peores resultados en el área de refinado y productos químicos.
El máximo ejecutivo de esa firma, Michael Wirth, aplaudió los resultados y los atribuyó a los altos volúmenes de producción y a la compensación por no fusionarse con Anadarko, pero reconoció el impacto de los bajos precios del crudo y el gas en sus cuentas.
A media sesión en la Bolsa de Nueva York, que hoy opera con sus tres indicadores en rojo por la escalada en el conflicto arancelario Estados Unidos-China, Exxon Mobil perdía un 1.15 por ciento en el Dow Jones de Industriales, por delante de Chevron, que retrocedía un 0.31 por ciento.