Los títulos de la compañía ascendían 29.45 peniques, hasta 495 -un 6.33 por ciento- a media tarde, su valor más alto en unos seis meses, lo que supone que se añadió un valor a la empresa de unos 4,800 millones de libras (5,600 millones de euros).
Pese a ese avance, el valor de sus acciones estaba aún por debajo de los 655 peniques a que cotizaban antes del desastre por el vertido de petróleo en el Golfo de México.
Los inversionistas se lanzaron a comprar acciones de BP tras publicar el Daily Mail que Shell se había planteado hacerle una oferta de compra cuando los títulos de su rival se desplomaron a raíz del derrame de crudo en la costa estadounidense.
Aunque después se echó atrás, al sopesar el posible coste por reclamaciones, la petrolera anglo-holandesa se lo volvió a plantear posteriormente y hubiera hecho una contraoferta si primero hubiera optado a la compra una de las grandes empresas norteamericanas, Exxon Mobil o Chevron, según el periódico.
De acuerdo con éste, los directivos de Shell aún creen que una unión entre ambas podría funcionar y supondría importantes ahorros.
Además de esta revelación, hubo otros factores que despertaron el inusitado interés por BP, como la subida del barril de crudo, que en los últimos días roza los 95 dólares en Londres, y la noticia de que seguramente la petrolera no hará uso de todos los fondos (unos 20,000 millones de dólares) que destinó para lidiar con las indemnizaciones en Estados Unidos.
Está previsto que BP anuncie resultados anuales el 1 de febrero, cuando podría retomar además el pago de dividendo que suspendió para hacer frente al coste del desastre en Estados Unidos.