Por su parte, Banco Base refirió que esta pérdida se debió al deterioro en la expectativa de un reequilibrio en los fundamentales de oferta y demanda del hidrocarburo.
Lo anterior se derivó de la publicación del reporte semanal de la Administración de Información Energética (EIA) de Estados Unidos, que reportó un incremento en la producción de petróleo en 258,000 barriles diarios a 9.75 millones de barriles al día, durante la segunda semana de 2018.
Ello, aunado a un retroceso por novena semana consecutiva en los inventarios de crudo estadunidense de 6.96 de barriles a 412.7 millones de barriles, lo cual representa su menor nivel desde febrero de 2015.
La entidad financiera explicó que el aumento en la producción fue consecuencia del incremento de 1.62 por ciento, a 939 pozos petroleros utilizados durante la semana que finalizó el 12 de enero, según la compañía petrolera Baker Hughes.
Así como un aumento sostenido en los precios del hidrocarburo en las últimas semanas, ya que se había anticipado que un alza en los precios del crudo podría impulsar la subida de la producción petrolera del país vecino del norte.
Ante este escenario, el crudo tipo West Texas Intermediate (WTI) perdió 51 centavos y se ofertó en 63.44 dólares por barril, mientras que el Brent retrocedió 58 centavos, para ubicarse en 68.73 dólares el tonel.