Por su parte, Banco Base indicó que las principales mezclas de petróleo concluyeron la semana corrigiéndose, tras una semana en la que se alcanzaron precios máximos que no se veían desde diciembre de 2014.
Señaló que aunque el retroceso de la producción de crudo en Venezuela ha causado especulaciones sobre un reequilibrio hacia el segundo semestre de 2018, esto dependerá de que la tendencia negativa en la producción del país continúe y que el resto de los países de la OPEP no compensen la disminución en la producción de aquel país.
Al respecto, la Agencia Internacional de Energía (IEA) dio a conocer que en diciembre la producción de crudo en Venezuela tocó un mínimo de 1.61 millones de barriles diarios (mdb), lo que causó que la producción del hidrocarburo de la OPEP cayera en diciembre a 32.23 mdb, lo que aumentó la tasa de cumplimiento del cartel y sus aliados a 129 por ciento.
Sin embargo, se estima que en enero la producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) incrementó sólo en 20,000 barriles diarios a 32.4 mbd, derivado del incremento en la producción de Arabia Saudita de 60,000 barriles diarios a 10.01 mbd y de Irán de 30,000 barriles diarios a 3.83 mdb.
A su vez, la entidad financiera manifestó que la producción de petróleo en Estados Unidos durante la semana previa aumentó para alcanzar un nuevo máximo desde 1983, de 9.92 millones de barriles diarios.
Asimismo, es probable que en las semanas siguientes la producción de Estados Unidos crezca a un nivel de 10 millones de barriles por día, nivel no visto desde 1970, lo que superaría durante el año la producción de Arabia Saudita.
Ante este panorama, el crudo tipo West Texas Intermediate (WTI) presentó un retroceso de 35 centavos de dólar y se ofertó en 65.45 dólares por barril, mientras que el Brent bajó 1.07 dólares, para venderse en 68.58 dólares el tonel.