Estas previsiones son más optimistas que las de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que calcula que la demanda mundial de crudo subirá un 1.7 por ciento para 2010.
Esta diferencia en las previsiones se debe a que Morgan Stanley estima el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) mundial para este año en un 4 por ciento, mientras que la AIE toma como referencia el 3.1 por ciento vaticinado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El informe apunta que las reservas disponibles de petróleo se encuentran en máximos y por ello es previsible una disminución en el primer semestre del año, lo que, junto al avance de la demanda, implicará un aumento del precio del crudo.
Otros factores que influirán en la subida de los precios son el repunte de la inflación y la tendencia al debilitamiento de la correlación entre los precios del petróleo, las acciones y el dólar.
Según Morgan Stanley, la demanda global de petróleo en 2010 será de 86.6 millones de barriles diarios, 1.7 millones más que los 84.9 millones demandados en 2009, de acuerdo a los datos de la AIE.
Buena parte de este crecimiento corresponderá a la demanda china, cuya economía ha continuado su expansión a pesar de la crisis internacional, mientras que la contracción en Estados Unidos y Europa supondrá que, al menos en enero, el consumo de crudo siga siendo un 1 por ciento menor al del año pasado.