La Contraloría halló un incumplimiento del contrato entre RECOPE y la Corporación Nacional Petrolera de China Internacional (CNPCI), ya que "la empresa que realizó el estudio de factibilidad tiene una relación con la petrolera china, lo cual está prohibido", indicó la CGR en un comunicado.
El estudio fue elaborado por la firma china HQCEC
La refinería de Moín es un proyecto entre RECOPE y CNPCI, que se planea llevar adelante mediante una empresa conjunta llamada Soresco.
La CGR también encontró otras fallas en el estudio como que la rentabilidad estimada del 16.28 por ciento "podría estar sobrestimada" y que no incluye un análisis de riesgos con las características requeridas en el contrato de acuerdo con la magnitud del negocio.
Además, la CGR señaló deficiencias en el estudio de mercado y que el estudio de factibilidad "no considera el análisis del modelo de regulación y el modelo tarifario del país dentro de sus proyecciones".
"No es posible inferir que dicho estudio contenga un modelo financiero como tal, sino únicamente un conjunto de cifras que no permiten sustentar o comprobar su razonabilidad", expresó la Contraloría.
El proyecto pretende "modernizar" la refinería de Moín con una inversión de al menos 1,300 millones de dólares con el fin de ampliar la capacidad de refinamiento de los 25,000 barriles diarios actuales a 60,000.
Según RECOPE, con esta infraestructura y un dragado que se está haciendo en el puerto petrolero podrán llegar al sitio barcos con capacidad para 80,000 toneladas de hidrocarburos, pues en la actualidad solo es posible recibir de 40,000 toneladas.
El 70 por ciento del costo del proyecto (unos 900 millones de dólares) será aportado por un crédito del China Development Bank (CDB) y el restante 30 por ciento estará a cargo, en partes iguales, de RECOPE y la CNPC.
El gobierno costarricense dijo a inicios de junio, durante una visita al país del presidente de China, Xi Jinping, que a pesar de tener asegurada la financiación, la refinería no se empezará a construir hasta que no despejen las dudas sobre su conveniencia.
Costa Rica y China establecieron relaciones diplomáticas en 2007 y la refinería es uno de sus proyectos conjuntos más ambiciosos.
La refinería enfrenta el rechazo de sectores ambientalistas, académicos y de la oposición política, que han señalado deficiencias en el estudio de factibilidad y que no beneficiará a Costa Rica.