La mayor empresa de Brasil, con acciones negociadas en bolsa pero cuyo control es estatal, divulgó un comunicado al mercado en el que anunció las oportunidades que está ofreciendo mediante la venta de activos en refino y en logística asociada en el país.
"La desinversión representa cerca del 50 por ciento de la capacidad de refino en Brasil, es decir de plantas con una capacidad total de procesamiento de 1.1 millones de barriles por día", explicó la petrolera, que cuenta con un total de 13 refinerías.
De acuerdo con el comunicado, los activos que serán ofrecidos son Refinaría Abreu e Lima (RNEST), Unidad de Industrialización do Xisto (SIX), Refinaría Landulpho Alves (RLAM) y Refinaría Gabriel Passos (REGAP).
Igualmente serán vendidas la Refinaría Presidente Getúlio Vargas (REPAR), Refinaría Alberto Pasqualini (REFAP), Refinaría Isaac Sabbá (REMAN) y Lubrificantes y Derivados de Petróleo del Nordeste (LUBNOR), así como todos los activos logísticos integrados a estas plantas, lo que incluye oleoductos y gasoductos.
Petrobras explicó que la venta será realizada mediante concursos independientes en dos fases.
En la primera serán ofrecidas las cuatro refinerías ubicadas en los estados de Pernambuco (RNEST), Bahía (RLAM), Paraná (REFAP) y Río Grande do Sul (REFAP).
La petrolera informó que publicó en su página en internet, para que los interesados puedan consultarlos, todos los datos sobre estos activos y los criterios para seleccionar a posibles participantes en las subastas.
Los datos de las cuatro refinerías que serán incluidas en la segunda fase del concurso serán divulgados este mismo año, según la nota de la estatal.
Según versiones de prensa, Petrobras espera obtener unos 20,000 millones de dólares con la venta de sus ocho refinerías en un proceso que puede prolongarse durante un año y medio.
La decisión de vender ocho de las 13 refinerías de Petrobras forma parte de un plan de la compañía para reestructurar su tamaño, concentrar sus operaciones en la producción de petróleo en aguas profundas y dar una mayor "competitividad y transparencia al segmento de refino en Brasil".
La petrolera brasileña se encuentra inmersa desde hace varios años en un ambicioso programa de venta de activos, a fin de revertir la severa crisis económica en la que se vio envuelta por escándalos de corrupción y por la caída en los precios del petróleo.
Petrobras calcula que este año venderá activos por un valor de entre 30,000 y 40,000 millones de dólares, dos veces lo previsto en su actual plan de desinversiones, según cálculos del presidente de la empresa, Roberto Castello Branco.
La compañía igualmente aclaró que tendrá cuidados para evitar que la venta de refinerías genere nuevos monopolios, lo que ocurriría si una misma empresa compra todas las plantas en una misma región.