"Tenemos las herramientas y la voluntad política para promover la transformación de nuestros sistemas energéticos e incrementar sustancialmente el peso de las renovables y otras fuentes con bajas emisiones de dióxido de carbono", señalaron en sus conclusiones los ministros de los 28 países miembros y de los otros nueve que también participaron.
En un texto aparte, el resumen elaborado por la presidencia de la conferencia ejercida por el ministro australiano, Martin Ferguson, tuvo que quedar la advertencia sobre la deriva de la evolución de la demanda mundial de energía y sus "significativos impactos negativos globales".
"A menos que se tome una acción mucho más fuerte, la demanda energética global va a seguir su tendencia alcista a largo plazo, con los combustibles fósiles representando el grueso del incremento", advirtió Ferguson en su documento, que no necesitó el consenso de los asistentes a la conferencia de dos días en París.
El titular australiano advirtió de que la necesidad persistente de un alto nivel de importaciones energéticas impone un fuerte gravamen para muchos países, que "puede seguir aumentando" el riesgo de ruptura del aprovisionamiento.
Y también que con esas tendencias en las emisiones de CO2 la temperatura global podría incrementarse en más de 3.5 grados, "con consecuencias para el medio ambiente y el bienestar humano".
El conjunto de los ministros mostró su disposición a "promover la diversidad del aprovisionamiento" mediante "recursos naturales, nuevas rutas de tránsito, energías renovables y tecnologías energéticas bajas en CO2, incluyendo la energía nuclear donde esté, de acuerdo con las políticas y las circunstancias nacionales".
También afirmaron que continuarán los "esfuerzos para ahorrar energía y mejorar la eficiencia" siguiendo las 25 recomendaciones elaboradas por la AIE.
En paralelo, se declararon a favor de alentar la apertura de mercados, la flexibilidad y la transparencia del sector en todo el mundo, algo que dijeron que puede lograrse con una regulación de los mercados, con datos de alta calidad, promoviendo un mayor acceso a la energía y "reconociendo el impacto de la volatilidad de los precios de la energía para nuestros ciudadanos y economías".