Así lo informa hoy el diario Financial Times, según el cual ese grupo, que es cien por ciento propiedad de la National Oil Company libia, ha estado contactando a posibles compradores y ha creado un departamento comercial.
La compañía, cuyo cuartel general está en Bengasi, la ciudad del este de Libia que se ha convertido en cuartel general de la oposición al dictador libio, se ha comprometido a dar su apoyo a los rebeldes.
"Agoco forma ahora parte de la revolución, por lo que estamos intentando sacarle dinero al petróleo", dijo al Financial Times una fuente de la compañía, que agregó: "Será en beneficio del Consejo Nacional (opuesto al régimen), pero seremos nosotros quienes hagamos los negocios".
La oposición al coronel Muamar Gadafi creó la pasada semana el Consejo Nacional Libio, que pretende ser el representante legítimo de Libia y busca reconocimiento internacional, algo que ha logrado ya en Francia.
Según Mustafá Gheriani, portavoz de la oposición, es lógico crear una estructura para encauzar los fondos que genere el petróleo ya que los rebeldes necesitan dinero en efectivo.
Sin embargo, según el Financial Times, las petroleras internacionales se mostrarán reacias a un trato de ese tipo con la oposición libia a menos que la reconozcan diplomáticamente más gobiernos occidentales.
Por otro lado, las petroleras europeas con activos importantes en áreas controladas por las fuerzas de Gadafi difícilmente van a querer tratos con la oposición por temor a posibles represalias del régimen contra sus inversiones multinacionales, señalaron al periódico fuentes del sector.
Las fuerzas de la oposición sólo controlan una terminal de exportación fuera de la zona de combates, que en los últimos días han estado centrados en Ras Lanuf y Es Sider, las mayores terminales petroleras del país.
Los precios del petróleo se dispararon el miércoles después de que la terminal de Es Sider resultase dañada en los enfrentamientos entre las tropas del régimen y las fuerzas rebeldes.
Según fuentes de Agoco, la única terminal de exportación que aún funciona es la de Tubruq, puerto al este de Bengasi controlado por la oposición.
En los tres últimos meses, por esa terminal han salido una media de menos de 50,000 barriles diarios, según la Agencia Internacional de la Energía.
La terminal está conectada al yacimiento de Sarir, el mayor del país, situado en territorio que controla al menos nominalmente la oposición, por un oleoducto de más de 400 kilómetros.
Agoco produce normalmente unos 420,000 barriles diarios, pero su producción ha caído a unos 100,000 barriles desde que estalló la violencia.
Fuentes del sector petrolero dijeron que no está claro que Tubruq pueda gestionar tales cantidades de petróleo y expresaron dudas de que Agoco logre aumentar su producción sin ayuda externa.
Por otro lado, la mayoría de los yacimientos petroleros situados en las áreas controladas por los rebeldes no están conectados a la terminal de Tubruq sino a las de los puertos de Zueitina, Marsa el-Brega, Ras Lanuf y Es Sider.