Gobierno defiende la nueva refinería frente a las críticas del exsecretario

Gobierno defiende la nueva refinería frente a las críticas del exsecretario

La secretaria de Energía, Rocío Nahle, defendió ayer el plan de construcción de una nueva refinería en el estado de Tabasco frente a las críticas del extitular de Hacienda Carlos Urzúa, quien dimitió la semana pasada.

"Él puede opinar lo que sea, no voy a entrar", dijo a la prensa Nahle, quien recalcó que el proyecto de la refinería en el puerto de Dos Bocas es "muy sólido" y va "muy bien".

Nahle fue cuestionada sobre las declaraciones de Urzúa al salir de una reunión con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y el director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero, sobre las declaraciones de Urzúa.

En una entrevista con la revista Proceso, el exsecretario de Hacienda reprochó este domingo que el plan de la refinería "no es óptimo" porque la mayoría de expertos difieren del gobierno al señalar que costará más de 8,000 millones de dólares y se tardará más de tres años en finalizarla.

"Eso es lo que dice él, nosotros estamos trabajando sobre un proyecto", respondió la ministra de Energía, quien sostuvo que el proceso de construcción avanza puntualmente "de acuerdo al programa".

De los 8,000 millones de dólares que prevé el gobierno, Nahle explicó que en este primer año de construcción ya se invertirán unos 2,600 millones para la compra de equipos, el condicionamiento del sitio y contrataciones.

E informó que la semana pasada se realizó una consulta a la población del municipio de Paraíso (Tabasco) cuyo dictamen todavía está pendiente.

Asimismo, Nahle aseveró que nunca tuvo "ninguna diferencia" con Urzúa: "Él a mí nunca me dijo nada", expresó.

Y recordó que Urzúa no participó en las reuniones para las licitaciones de las obras.

A principios de mayo, el gobierno de México declaró desierta la licitación para construirla al considerar que los cuatro consorcios privados -elegidos previamente por el propio gobierno- presentaron propuestas demasiado costosas.

Como alternativa, serán el gobierno federal y la propia Pemex quienes se encargarán del proyecto, cuya construcción se iniciará en julio y ha de acabar en 2022 con un costo de 8,000 millones de dólares, unas cifras poco creíbles según los expertos.

El ministro Urzúa renunció el 9 de julio por "discrepancias económicas" con el presidente, y denunció que en el Ejecutivo se han "tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento".

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