La compañía cerró el año pasado con un rojo de 3,200 millones de euros (3,400 millones de dólares), el peor resultado desde su fundación en 2000.
El principal motivo es el ajuste del valor de sus activos por 5,400 millones de euros aprobada por el grupo hace meses como primer paso a una profunda reestructuración de sus negocios.
Eon anunció a fines de noviembre la remodelación prevista para 2016 con el objetivo de centrarse más en negocios como energía ecológica, redes energéticas y distribución.
La decisión es una consecuencia más del "giro energético" adoptado por el gobierno de Angela Merkel tras la catástrofe nuclear de Fukushima para que Alemania abandone la energía nuclear en 2022.
También RWE, el segundo mayor grupo energético del país, anunció el martes otra caída de beneficios en 2014 y pronosticó que la tendencia se mantendrá también este año.