Según informó hoy la propia empresa a la Comisión del Meracado de Valores (CMVM) lusa, entre las razones de este incremento también se encuentran el crecimiento del volumen vendido de gas natural, así como del margen de refinación y del volumen del crudo procesado.
La petrolera recordó, asimismo, que este aumento se produce respecto a 2009, año en el que sus resultados se vieron perjudicados por un incendio ocurrido en la refinería de Sines -una de las mayores de Europa, situada al sur de Portugal- que le obligó a cerrar las instalaciones durante varias semanas.
El resultado bruto de explotación (EBITDA) de Galp se situó en los 854 millones de euros, un 35.6 por ciento más que en el año anterior.
La petrolera, que opera en Portugal, España, Brasil, Venezuela y Angola, invirtió en 2010 un total de 1,233 millones de euros, dirigidos en parte a su proyecto de reconversión de las refinerías.
El negocio de distribución de productos petrolíferos "continúo contribuyendo sólidamente a los resultados", según Galp, que subrayó "la mejoría continua" registrada en sus operaciones en el mercado español, donde tiene instaladas unas 600 estaciones de servicio, aproximadamente.
Los ingresos por ventas y prestaciones de servicios crecieron un 17 por ciento respecto a 2009, hasta los 13,998 millones de euros, procedentes casi en un 90 por ciento del negocio de refino y distribución.
El "cash flow" o flujo de caja -utilizado para medir la liquidez de una compañía- fue negativo, de -914 millones de euros, un resultado que Galp atribuyó a la inversión en "stocks", la elevada inversión y el pago de dividendos a sus accionistas de mayo y septiembre de 2010.
Las provisiones de la compañía alcanzaron los 75 millones de euros, un 4 por ciento más que el ejercicio anterior, mientras que las depreciaciones y amortizaciones aumentaron un 19 por ciento, hasta los 333 millones de euros.
Además, Galp informó hoy de que sus reservas se multiplicaron por 11 en 2010, hasta los 397 millones de barriles de petróleo y gas natural, gracias a los recursos de los campos de Lula y Cernambi, que el año pasado estaban clasificados como propios de Brasil.