En un comunicado, la firma con sede en Irving (Texas, Estados Unidos) divulgó que su facturación entre enero y marzo bajó casi un 12 por ciento interanual, hasta 56,158 millones de dólares, y su producción en ese mismo periodo ascendió a unos 4 millones de barriles diarios de producto equivalente al petróleo, un 2 por ciento más.
"El COVID-19 ha impactado significativamente en la demanda a corto plazo, dando lugar a unos mercados sobreabastecidos y una presión sin precedentes sobre los precios y márgenes de la materia prima", explicó en la nota el máximo ejecutivo de Exxon, Darren Woods.
En respuesta a las "condiciones de mercado", el ejecutivo anunció un recorte de gastos de capital del 30 por ciento hasta finales de año y una reducción en los gastos de operación en efectivo del 15 por ciento.
La petrolera indicó que ha registrado un cargo de 2,900 millones por amortizaciones relacionadas con los "bajos precios de la materia prima y deterioro de activos".
El mayor golpe para Exxon fue en el negocio de "upstream" (extracción de hidrocarburos), en el que obtuvo 536 millones, un 81 por ciento menos frente a los 2,876 que ganó en el primer trimestre de 2019, especialmente perjudicado por el área de Estados Unidos, en la que perdió 704 millones, y que atribuyó a los "débiles precios" del crudo y el gas natural.
En el negocio de "downstream" (refinado y comercialización), la petrolera incrementó sus pérdidas trimestrales un 138 por ciento, desde 256 millones hasta 611, y explicó que la "importante caída en la de manda de combustible para aviones" llevó a unos menores márgenes industriales.
"Mientras gestionamos estos tiempos difíciles, no perdemos de vista los principios fundamentales a largo plazo que dirigen nuestro negocio. La actividad económica volverá, y las poblaciones y estándares de vida se incrementarán, lo que a su vez generará demanda para nuestros productos y una recuperación del sector", opinó Woods.
La firma señaló que ha tomado medidas de limpieza y ha modificado sus prácticas de trabajo en todo el mundo para minimizar el riesgo para sus empleados en la pandemia, y está produciendo productos químicos que se utilizan en la fabricación de gel desinfectante, mascarillas, batas quirúrgicas y toallitas.
Los resultados, publicados antes de la apertura de la Bolsa de Nueva York, no fueron bien recibidos por los inversores y sus acciones llegaron a descender un 1.4 por ciento en las operaciones electrónicas. Desde comienzos de año, el valor bursátil de Exxon ha caído un 33 por ciento.