La compañía estadounidense, con sede en Irving (Texas), ha informado de que su beneficio neto trimestral por acción fue de 2 dólares, frente a los 2.24 dólares de enero a marzo de 2011.
La petrolera, que se ha anotado su primer descenso trimestral desde fines de 2009 cuando los precios del crudo estaban en niveles inferiores, indicó que sus ingresos de enero a marzo fueron de 124,053 millones de dólares, el 8.8 por ciento más que los 114,004 millones del mismo periodo de hace un año.
Esos datos incluyen, ha indicado la empresa mediante un comunicado, 400 millones de dólares de ganancias procedentes de venta de activos.
Su presidente, Rex Tillerson, ha señalado que la empresa "progresa en planes firmes de inversiones para cumplir con demandas futuras de energía pese a las incertidumbres económicas".
Según los datos de la empresa su producción de crudo bajó el 5 por ciento en relación a la misma fecha de doce meses antes.
En su división de refinería y distribución los beneficios de la petrolera texana aumentaron el 44 por ciento, debido al aumento general de los precios de la gasolina y de los productos refinados, mientras que los de su división química bajaron a la mitad, hasta 701 millones de dólares por menores márgenes y otras operaciones de mantenimiento.
También indica que en ese período sus inversiones estructurales y en exploración fueron de 8,800 millones de dólares y que prevé realizar inversiones a lo largo de los próximos cinco años por otros 37,000 millones de dólares.