De acuerdo con Banco Base, las presiones al alza se dieron ante el aumento en las tensiones en Oriente Medio, más ahora que Estados Unidos reimpuso sanciones comerciales a Irán y está buscando sancionar a países que no dejen de comerciar con dicha nación.
Lo anterior ha llevado al presidente iraní, Hassan Rouhani, a amenazar con interrumpir las exportaciones regionales de petróleo si la administración del presidente Donald Trump cumple con las sanciones.
Si bien Arabia Saudita y el resto de los países miembros del cartel y del acuerdo alcanzado en Viena a finales de 2016 se han comprometido a compensar la producción petrolera perdida por las sanciones estadunidenses a Irán, es poco probable que lo logren.
Hasta ahora se estima que Arabia Saudita produce alrededor de 10.3 millones de barriles diarios (mbd), mientras que su capacidad máxima es de 11.5 mbd.
Asimismo, los Emiratos Árabe Unidos se encuentran produciendo 260,000 barriles diarios menos que su máximo de capacidad, mientras que la producción de Iraq es de 200,000 barriles diarios por debajo de su capacidad máxima.
La institución financiera explicó que si Irán produce alrededor de 3.78 mbd, significaría que no sólo estos países deberán aumentar su producción petrolera a su nivel máximo de capacidad, sino que tendrían que superarla de manera considerable para así compensar la caída en la oferta de Irán.