Para 2020, se espera que el barril de crudo alcance un precio promedio de 65 dólares, frente a los 68 dólares del año pasado, explicó el organismo internacional en su informe de abril sobre la evolución de las materias primas.
Después de una caída a finales de 2018, los precios del petróleo han aumentado de forma constante desde el comienzo de 2019, a medida que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus asociados efectuaban recortes en la producción y disminuía el producto en Venezuela e Irán.
Sin embargo, se prevé que la producción de esquisto bituminoso en Estados Unidos seguirá siendo "sólida" después del alza que se registró en 2018, y por tanto el BM anticipa que los precios de la energía en general -que también incluye el gas natural y el carbón- serán en 2019 un 5.4 por ciento menores que en 2018.
"Las perspectivas de los precios de los productos básicos son muy sensibles a los riesgos relacionados con las políticas, especialmente en el caso del petróleo", matizó Ayhan Kose, director del Grupo de Análisis de las Perspectivas de Desarrollo del BM.
Por ello, advirtió de que podrían sufrir cambios si la OPEP y sus asociados deciden ampliar los recortes en la producción y dependerán también del grado de cumplimiento a las recientes decisiones sobre sanciones contra Irán y a los cambios inminentes en las reglamentaciones sobre la emisiones derivadas de combustible marino.
El informe del BM se da conocer poco después de que Estados Unidos anunciase el fin de las exenciones a la compra de petróleo de Irán y la imposición de sanciones a aquellos países que continúen adquiriendo crudo iraní.
Tras conocerse la decisión del gobierno del presidente Donald Trump, el petróleo Brent, de referencia en Europa, ascendió a los 74 dólares el barril, en lo que supone un récord en los últimos seis meses.
Para tratar de calmar la previsible inquietud, la Casa Blanca señaló que está trabajando estrechamente con grandes productores como Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU) para mantener bien abastecidos los mercados globales.
Previamente, Estados Unidos impuso severas sanciones a la Petrolera Estatal de Venezuela (PDVSA) dentro de la campaña de presión contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro, que Washington considera ilegítimo.