Chevron le entregó en una carta pruebas que a su juicio demuestran que esos letrados "trabajaron en secreto con el juez Zambrano para redactar el fallo" del pasado febrero, según explicó en un comunicado.
En su sentencia, Zambrano condenó a la compañía a pagar más de 9,500 millones de dólares por daños medioambientales en la Amazonía, una cantidad que se doblará si Chevron no pide perdón. El caso está actualmente en apelación.
Pablo Fajardo, abogado de los demandantes, rechazó la acusación de la petrolera, que tildó de "una estupidez absoluta", y dijo que no hubo ningún tipo de trabajo conjunto con el juez.
"Negamos totalmente, no tenemos un hecho que ver. Es una sentencia plenamente concebida. Lo único que no acepta Chevron es que se le condena", dijo Fajardo a Efe.
Chevron incluyó las alegaciones que ahora ha presentado al fiscal en su apelación a la sentencia, en la que mantiene que en el dictamen se reproducen párrafos enteros y datos de documentos internos de los demandantes que nunca fueron presentados ante el tribunal.
La compañía obtuvo esos documentos y correos electrónicos privados de los letrados a través de un proceso judicial en Estados Unidos.
Fajardo señaló que los abogados de los demandantes "jamás en la vida hemos dado información confidencial, secreta, como quieran llamarlo, a ningún juez. Chevron sí lo ha hecho".
El litigio comenzó hace más de 17 años, por la supuesta contaminación ocasionada en Ecuador entre 1964 y 1990 por Texaco, una compañía que Chevron adquirió posteriormente.