La firma, con sede en la localidad de San Ramón (California), informó este viernes que en el primer trimestre del año su ganancia neta por acción fue de 1.93 dólares, frente al beneficio de 1.39 dólares que tuvo en el mismo período del 2019, es decir, casi un 39 por ciento más.
Asimismo, Chevron detalló que en el primer trimestre sus ingresos disminuyeron un 10.5 por ciento hasta los 31,501 millones, por debajo de los 35,200 que tuvo en el mismo período del año pasado.
En un comunicado, la firma indicó que atribuye sus resultados, entre otras variables, a los márgenes de refinación y comercialización y a un incremento en la producción de la Cuenca Pérmica (entre Texas y Nuevo México), pero alertó de los peligros para su actividad que supone la caída en los precios del petróleo y la disminución de la demanda por culpa de la pandemia.
Chevron también vio cómo sus gastos operativos aumentaron cerca de un 1.7 por ciento, hasta los 6,072 millones de dólares, frente a los 5,971 del mismo período del año anterior.
En este sentido, la petrolera avanzó que, como consecuencia de la crisis, prevén que los gastos operativos para todo el año disminuyan en unos 1,000 millones de dólares y aseveró que también suspenderán las recompras de acciones previstas.
El presidente y primer ejecutivo de la petrolera, Michael Wirth, manifestó que la empresa está tratando de responder a "desafíos sin precedentes" llevando a cabo cambios en lo que pueden controlar con el objetivo de proteger la salud y el valor de la compañía "a largo plazo".
"Chevron entró en esta crisis bien posicionada, con un balance sólido y un programa de capital flexible. Estas ventajas serán importantes para responder a las desafiantes condiciones del mercado", expresó Wirth, que agregó que una de sus prioridades es proteger los dividendos de la petrolera.
La energética apuntó que durante el primer trimestre de 2020 su producción de petróleo a nivel mundial fue de 3.24 millones de barriles por día (bpd), un aumento de más del 6 por ciento con respecto al año pasado.
Los resultados trimestrales de Chevron también se vieron en parte reforzados por una ganancia de 240 millones de dólares asociada a la venta de activos de producción y exploración de petróleo en Filipinas.
En total, la exploración y producción internacional de Chevron reportó unos 440 millones de dólares, mientras que en Estados Unidos esa cifra disminuyó un 67.7 por ciento y pasó de reportar 748 millones de dólares en 2019 a unos 241 millones en 2020, principalmente por la depreciación en los precios del petróleo y del gas natural.
El precio medio de venta por barril de petróleo y gas con el que operó la compañía en estos tres primeros meses del año fue de unos 37 dólares, 11 dólares menos que los 48 que registró el pasado año.
Los efectos por moneda extranjera también ayudaron a incrementar sus ganancias en unos 514 millones de dólares este trimestre.
En lo que va de año, las compañías petroleras estadounidenses se han visto forzadas a realizar recortes y cambios en sus operaciones por la caída de los precios del West Texas Intermediate, el crudo de referencia en Estados Unidos, que ha perdido un 70 por ciento de su valor y cuyo barril ha pasado de estar por encima de los 60 dólares en enero a cotizar en negativo durante los últimos días de los contratos para mayo, una situación sin precedentes.
Los datos de Chevron decepcionaron ligeramente a los inversores y estaban teniendo una fría acogida en Wall Street, ya que en las operaciones electrónicas previas a la apertura del mercado los títulos de la firma retrocedían un 0.85 por ciento. En lo que va de año la compañía ha perdido más de un 23 por ciento de su valor.