El perito técnico Charles Calmbacher aseguró en una declaración jurada difundida por la compañía, que los demandantes presentaron informes fraudulentos a un tribunal ecuatoriano alegando la presencia de contaminación peligrosa en los pozos de petróleo de la Amazonía.
Calmbacher, biólogo y experto en limpieza industrial estadounidense, fue el primer perito designado en nombre de los demandantes en el juicio contra Chevron en la corte de Lago Agrio (Ecuador).
El técnico testificó la semana pasada a petición de una corte federal estadounidense que los informes relacionados con las inspecciones de dos pozos petrolíferos "fueron presentados en su nombre sin su conocimiento ni autorización", informó la compañía.
Según Chevron, Calmbacher señaló que nunca había concluido que los pozos representaran un riesgo para la salud humana ni para el medio ambiente y que tanto el equipo legal como el técnico de los demandantes en Ecuador conocían sus opiniones.
Sin embargo, "los abogados de los demandantes presentaron informes contrapuestos a las conclusiones del técnico y utilizaron su firma de manera fraudulenta, meses después de haber finalizado su participación en el caso".
"Su propio perito ha declarado que dos de los primeros informes de los demandantes son fraudulentos, lo cual confirma que el juicio en el Ecuador ha estado corrompido desde el comienzo", dijo Hewitt Pate, vicepresidente y director jurídico de Chevron, en un comunicado.
La compañía solicitará al tribunal de Lago Agrio impugnar los informes de los demandantes sobre los pozos Sacha 94 y Shushufindi 48 y exigirá que las autoridades investiguen estas "acciones impropias", agregó.
La empresa se enfrenta a una demanda de 27 mil millones de dólares en la corte de Lago Agrio por los supuestos daños medioambientales y de salud que causó a las comunidades indígenas de la Amazonía la petrolera Texaco, que Chevron compró en 2001.
Texaco operó hasta 1992 como socio minoritario de un consorcio para explorar y producir petróleo con la empresa petrolera estatal Petroecuador y defiende que antes de abandonar su actividad invirtió 40 millones de dólares para limpiar las piscinas de petróleo y recibió un certificado del gobierno ecuatoriano.
Chevron afirma que el juicio que se lleva en Ecuador "carece de fundamentos" y está empañado por "numerosas irregularidades" y fraude.
En septiembre del año pasado, la compañía presentó una demanda ante el Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya en la que alegaba que este juicio viola el Tratado Bilateral de Inversión entre Estados Unidos y Ecuador.
Ecuador pidió a una corte de Nueva York que impidiera el arbitraje tramitado por la petrolera Chevron ante un tribunal internacional, pero la petición fue rechazada.