De acuerdo con la firma, se necesita una capacidad nueva de transmisión que permita trasladar energía de una manera confiable desde las zonas que cuentan con un gran nivel de producción, a los centros de carga de las regiones más pobladas.
“El sistema actual es más vulnerable a la congestión sin dichos cambios, por lo que es posible que aumenten los precios del mercado eléctrico mayorista (MEM) y la interrupción de suministro de los proyectos de energía renovable”, afirmó en un comunicado.
Consideró probable que la cancelación de la subasta retrase el desarrollo de la capacidad adicional para producir energía renovable y aumente la dependencia en una energía térmica más costosa para satisfacer el crecimiento de carga que se espera, generando incertidumbre con respecto a los precios futuros del mercado.
Además, expuso que los proyectos de generación existentes y planeados que carecen de protección contractual contra la interrupción de suministro energético o que están expuestos a los precios del mercado, serán más vulnerables a estos riesgos.
En este sentido, Fitch Ratings explicó que los proyectos expuestos al riesgo de la interrupción de suministro energético, que carecen de la suficiente flexibilidad financiera para mitigar este riesgo, podrían estar sujetos a acciones negativas de calificación o limitados a un grado de subinversión.
Señaló que aquellos que cuenten con una exposición considerable al MEM deberán mostrar una resistencia significativa a la volatilidad de los precios del mercado para ser considerados para una calificación de grado de inversión.
La calificadora indicó que las regiones que poseen buena cantidad de recursos renovables y de capacidad energética podrían enfrentar interrupción en su suministro energético, pues es posible que el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) se vea obligado a frenar la producción, con el fin de evitar una sobrecarga en la capacidad de transmisión local disponible.
Por lo que, precisó, una interrupción significativa en el suministro energético podría generar reducciones potencialmente graves en los ingresos de energía de los proyectos sin contrato o en las plantas con contrato que no cuenten con compensaciones por interrupción.
“Las líneas de transmisión canceladas del Istmo de Tehuantepec y Baja California se planificaron para reducir la congestión y suministrar energía, en su mayoría renovable, a través del sistema eléctrico nacional, en algunas zonas que históricamente han sufrido déficits energéticos”, manifestó.
De hecho, dijo, la congestión resultante generará precios de mercado más elevados para los generadores que participan en el MEM en las zonas circundantes, pero, a corto plazo, los ingresos adicionales derivados de precios marginales locales (PML) más altos podrían ser reducidos por las pérdidas por la interrupción en el suministro.
Respecto al Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen) emitido por la Secretaría de Energía (Sener), Fitch espera que la dependencia publique más detalles relacionados con la financiación, la viabilidad y el efecto de estos proyectos, lo que mejorará la visibilidad sobre la futura congestión cuando se califiquen los proyectos de generación en México.
Con la excepción de los proyectos que ya están en construcción o de los que se les otorgaron un PPA en subastas anteriores, la firma espera una desaceleración en la construcción de nuevas fuentes de generación, debido a la cancelación de las subastas y a las restricciones presupuestarias de la Comisión Federal de Energía (CFE).
“Se pueden construir proyectos energéticos nuevos que vendan energía al mercado mayorista o utilizar contratos bilaterales sin participar en las subastas eléctricas, pero es poco probable que esta generación alcance los niveles que hubiesen facilitado las subastas, debido a la disminución de la transparencia en los precios mayoristas eléctricos futuros”, estableció.