El consejero delegado de BP, Bob Dudley, y su homólogo ruso, Eduard Khudainatov, se encargaron de suscribir el pacto, que otorga a la compañía rusa el 5 por ciento de participación en la británica y a ésta el 9.5 por ciento en la rusa.
Además, BP, que posee la última tecnología para la extracción de petróleo y gas, obtiene derechos de exploración en el Ártico ruso, donde se calcula que existen reservas de 5,000 millones de toneladas de crudo 10,000 millones de metros cúbicos de gas.
En una rueda de prensa británico-rusa, Dudley, calificó el acuerdo de "un nuevo tipo de relación" basada en "el intercambio de acciones y de capacidad tecnológica", que dará acceso a "una de las últimas cuencas inexploradas que quedan en el mundo".
"Es una alianza basada en el beneficio mutuo" y "una demostración de confianza" entras las dos empresas y "en el clima de inversión en Rusia", que cambiará la manera cómo se hacen negocios en el sector, afirmó.
Dudley, que sustituyó como consejero delegado a Tony Hayward el pasado octubre, aseguró que BP actuará con respeto a "la seguridad e integridad medioambiental", ya que, según admitió, se han "aprendido muchas lecciones en el último año", en alusión al desastre ecológico en el Golfo de México.
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El presidente de BP, Carl-Henric Svanberg, dijo por su parte que el intercambio de acciones "demuestra el compromiso mutuo de ambas compañías", cuya combinación de activos y capacidad "dará lugar a importantes beneficios", por lo que la emisión de acciones para Rosneft "va en el interés de todos los accionistas".
El viceprimer ministro ruso y presidente de Rosneft, Igor Sechin, quien negoció el acuerdo por parte rusa, lo describió como "clave" e "histórico", y subrayó que es el principio de una "colaboración estratégica" entre "las dos principales petroleras del mundo".
El ministro británico de Energía, Chris Huhne, también presente en la rueda de prensa, alabó la culminación de una "alianza estratégica de importancia global".
Éste es el primer acuerdo de importancia que realiza BP tras el desastre por el vertido de petróleo en el Golfo de México desde su plataforma Deepwater Horizon el año pasado, tras una explosión que causó la muerte de 11 personas.
Debido a las grandes pérdidas que le causó ese accidente, cifradas en unos 40,000 millones de dólares, la empresa tuvo que desprenderse de muchos activos.
Dudley negó hoy que esta nueva y ambiciosa inversión en Rusia signifique que la firma tiene voluntad de alejarse de Estados Unidos, donde ha sufrido numerosos ataques por la gestión del vertido.
El consejero delegado, de origen estadounidense, tiene experiencia en el mercado ruso, ya que en el 2003 fue nombrado consejero delegado de TNK-BP, un negocio conjunto entre la empresa británica y varios socios rusos que acabó con su precipitada marcha de Rusia en junio del 2008, para poco después abandonar la compañía entre acusaciones de que había infringido la legislación rusa.
Tras las grandes pérdidas que le ocasionó el vertido en el Golfo de México durante el segundo trimestre del año pasado, en el tercer trimestre del 2010 BP volvió a lograr beneficios, e indicó que podría reanudar pronto el pago de dividendos.
La petrolera británica informó el pasado 2 de noviembre de un beneficio neto atribuido entre julio y septiembre de 1,785 millones de dólares, frente a las pérdidas de 17,150 millones de dólares del trimestre anterior.